jueves, 23 de enero de 2014

Romance del prisionero

Por mi ventana la veía
y ella con su canto y su son
me devolvería la alegría.
Cuando por Junio callaba
pensaba que Mayo se resistiría,
pero al ver el atardeceder
yo ya palidecía;
pues al avecilla llamaba 
y ella me cantaría.
Yo, pobre prisionero
con ganas de amor todavía
necesito oir al pajarillo cantor
su dulce y alegre melodía.